La CEPA es fundamental para definir las normas de protección ambiental de Canadá, en particular en lo que respecta a la gestión de residuos peligrosos. GIC sigue meticulosamente sus directrices para garantizar que todos los procesos de eliminación y tratamiento de residuos minimicen el impacto ambiental. Esto incluye cumplir con las normas sobre la liberación de contaminantes y el manejo de materiales peligrosos, lo que demuestra nuestro compromiso con las prácticas sostenibles.